Si escuchas Oaxaca, es inminente no pensar en un estado lleno de cultura, tradición, naturaleza y mucho sabor.
Oaxaca constituye una gran variedad de ecosistemas y biodiversidad, mismos que van desde maravillosas playas, hasta increíbles montañas, valles, praderas, bosques y selvas, que vuelven único al estado y que gracias a ello logra complacer cualquier tipo de preferencia.
El centro de su capital, Oaxaca de Juárez, es considerado como Patrimonio de la Humanidad por la Unesco y la belleza de su arquitectura, sus tradiciones y cultura son prueba de este reconocimiento.
El Templo y ex convento de Santo Domingo, ubicado a seis cuadras del zócalo de la ciudad, te robará el aliento, pues esta considerado entre las construcciones más bellas del continente.
Oaxaca ofrece hermosos paisajes naturales, como Hierve el Agua, donde encontrarás pozas naturales de aguas cristalinas y unas impresionantes cascadas petrificadas con una altura aproximada de 200 m de altura.
La historia y el legado de antiguas civilizaciones permanece latente en Oaxaca, en sus zonas arqueológicas descubrirás ciudades que alguna vez fueron habitadas por grandes culturas como la mixteca y zapoteca.
Sus playas y bahías se han vuelto las favoritas de los surfistas por la intensidad de sus olas y su hermosura sin igual. De ambiente bohemio y despreocupado, destinos como Puerto Escondido, Huatulco o Zipolite son visitados anualmente por viajeros de todo el mundo en búsqueda de experiencias naturales y relajantes.
La gastronomía oaxaqueña es reconocida internacionalmente por sus deliciosos sabores. No puedes dejar de probar el mole negro, el tasajo, el quesillo y las tlayudas y para cerrar con broche de oro un shot de un tradicional mezcal.
Sus Pueblos Mágicos son: Huautla de Jimenez, Capulálpam de Méndez, Santa Catarina Juquila, San Pablo Villa de Mitla, San Pedro y San Pablo de Teposcolula y Mazunte.
¡Fiesta, tradición, sabor y diversión, es lo que encontrarás en Oaxaca!