Al sur de Coahuila, en medio del desierto, se encuentra Parras de la Fuente, un destino rodeado de viñedos, nogales y calles llenas de historia que crean una experiencia única, enmarcada de un maravilloso paisaje.
Acompáñanos a conocer este Pueblo Mágico, el lugar favorito para los amantes y expertos del vino.
¿Qué ver en Parras?
Para comenzar, te recomendamos dar un recorrido por la Plaza de Armas o Plaza Hidalgo, en su centro se levanta un antiguo quiosco de techo verde y en su costado norte ostenta una bonita estatua de Miguel Hidalgo y Costilla colocada ahí en 1910, con motivo del centenario de la Independencia.
Al noreste de la Plaza de Armas, hay un edificio notable: el Palacio Municipal, que, aunque fue construido en 1979 se salvó de tener un diseño contemporáneo. Dicen que más bien intentaron hacerlo semejante al Palacio de Gobierno en Saltillo, con lo que resultó un edificio agradable, de aire porfiriano, que compagina con el perfil arquitectónico de Parras.
Más adelante te encontrarás con la Parroquia de la Asunción, un santuario religioso del siglo XVII, con aspecto neoclásico; es robusta y sencilla. Frente a ella se abre la Plaza del Reloj, el cual fue levantado en tiempos de la Revolución, en honor de los mártires de la democracia y atrás se encuentra la Plaza del Beso, este es el sitio favorito de los enamorados, pues se cuenta que quienes se besan en alguna de las bancas rodeada por nogales, suelen tener la buena suerte de un amor duradero.
Otro atractivo digno de visita es la Iglesia del Santo Madero que corona la cima con formas caprichosas en el cerro de Sombreretillo. La construcción de estilo colonial se ha convertido en un ícono del destino y una visita obligada para los viajeros. No dejes de visitar su interior y descubrir este recinto religioso que alberga una de las astillas de la cruz con la que crucificaron a Jesús. Al salir, la mejor recompensa será la panorámica que tendrás del Pueblo Mágico de Parras.
¡No te pierdas!
- Fiesta del Santo Madero, 3 de mayo.
- Feria de la uva y el vino, del primer viernes al tercer domingo de agosto.
- Festival del Dulce y la Nuez, primera semana de noviembre.
Este Pueblo Mágico se ganó el apelativo de la cuna del vino en América, pues fue aquí donde se fundó la vinícola más antigua del continente en 1597. Se trata de Casa Madero que a lo largo de su historia se ha convertido en una de las bodegas vitivinícolas mexicanas con mayor exposición a nivel internacional.
Para recorrer este lugar existen diferentes formas, ya sea en una visita guiada para conocer tanto sus viñedos (a pie o a caballo), como sus bodegas donde reposa tranquilamente esta bebida. Otra opción es la degustación, en la que un experimentado sommelier te presentará las etiquetas emblema de la casa ganadoras de distintas medallas de plata en el Concurso Mundial de Bruselas, durante una cata guiada.




Asimismo, en la orilla poniente de Parras se localiza la Antigua Hacienda de Perote, esta casa elabora vinos y aguardientes desde mediados del siglo XIX. Esta casa vinícola es pionera en ofrecer servicios de hospedaje, además cuenta con un restaurante y afuera hay una gran pila que recoge el agua de manantial. Aquí te recomendamos visitar la Cueva de los Murciélagos, un imperdible en temporada de migración, donde podrás observar la salida de cientos de murciélagos.



También está Bodegas El Vestubio, la tercera bodega más antigua de la región de Parras y que es reconocida como “fábrica de vinos tintos generosos”. Como su nombre lo indica, son vinos generosos al paladar, pues dejan un sabor intenso y grato en boca. Se pueden disfrutar solos, pero por sus características especiales, sus posibilidades de maridaje son muy amplias, son ideales para acompañar tanto aperitivos salados como postres, así como para acompañar carne y estofados o sus mariscos favoritos.
Y a 40 minutos de Parras encontrarás Viñedos Don Leo, reconocido como uno de los 11 viñedos más extremos del mundo. Cuenta con una altura de 2,100 m sobre el nivel del mar y está rodeado por montañas majestuosas, lo que les proporciona a sus etiquetas sabores expresivos y frutalidad intensa. Los vinos de Don Leo son sinónimo de Calidad y Exclusividad.
¿Qué actividades se pueden practicar en este Pueblo Mágico?

A un kilómetro de la Plaza de Armas se localiza el Estanque de la Luz, el lugar más fotografiado de Parras. Se trata de una pileta con profundidad de tres metros, el estanque es un cuerpo de agua cristalina con tonalidades turquesa que formó parte del antiguo sistema de distribución de aguas alimentado directamente de los manantiales que hay en la zona. Hoy en día, se ha convertido en un balneario público, que en los meses de verano resulta refrescante. A su lado hay palapas, asadores, juegos infantiles y chapoteaderos.
Por otro lado, para los más aventureros, no hay nada como los cañones de la Sierra de Parras. Esta sierra corre al sur del pueblo como prolongación de la Sierra Madre Oriental que viene desde Nuevo León y Saltillo. El más famoso de ellos es el Cañón de la Lima, cuenta con un espectacular tramo ubicado a unos 4 kilómetros al sur de Parras y tiene unos 500 metros de longitud. Ahí, el lecho del arroyo se ve flanqueado por muros de 30 o 40 metros de alto, de rocas sedimentarias de color gris azulado, que poco a poco se van estrechando. En algún momento el cañón alcanza apenas unos 2 o 3 metros de ancho y parece un laberinto. Para avanzar es preciso meterse a las pozas de agua fría y trepar entre las piedras. Sobra decir que recorrer este cañón es una experiencia más que gratificante. También, están los Cañones de Guadalupe y de La Bandera. En algunos tramos es fácil encontrar petroglifos y pinturas rupestres de los antiguos pueblos cazadores-recolectores.
O bien si amas la espeleología dirígete a El Fuque, un llamativo, oscuro y muy profundo río subterráneo que abastece de agua a los estanques de Parras. Es un emocionante recorrido por debajo de la tierra coahuilense en un conducto subterráneo de 500 metros dentro del cual cruza agua.
¿Qué comer en Parras?
Disfruta de su gastronomía mestiza y deleita tu paladar con el asado de puerco, los tamales de carne de puerco y los chorizos. Otros platillos formidables que no debes de dejar pasar son los tacos de cabeza y la barbacoa de lengua de res. Encontrarás también restaurantes establecidos donde por lo general sirven comida más convencional (nacional, del noreste o internacional), pero de muy buen sabor.
Aquí también encontrarás la nuez, aunque se vende en estado natural (pelada y sin pelar, a granel y empaquetada) es más fácil adquirirla transformada en distintos tipos de dulces, que abarcan diversas combinaciones con leche quemada, azúcar, caramelo, miel, higo, chabacano, durazno, guayaba e higo.
Otra golosina clásica de Parras es la campechana, que es en realidad un producto moderno, aunque no menos recomendable. La campechana de Parras suele ser más pequeña que la de otras partes del país y mucho más delgada, de modo que resulta exquisita. Dulces de nuez, campechanas y otros comestibles artesanales como tamarindos preparados, mermeladas y cajetas se venden en incontables tiendas del pueblo.


¿Qué comprar en el Pueblo Mágico?
En los locales del centro encontrarás objetos relacionados con la producción de vino, así como degustaciones. También hay canastos y cestería en general elaborados con mimbre u otras maderas.
Estas son solo algunas de las cosas que hay que hacer en Parras, el destino ideal para una escapada de fin de semana o unas vacaciones en pareja, con amigos o con la familia.